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El papel del sueño en los problemas de salud mental puede tener una nuevo capítulo relacionado al procesamiento de los pensamientos no deseados. De acuerdo con una investigación de la Universidad de East Anglia (UEA), la falta de sueño tiene un efecto clave en la aparición y el mantenimiento de muchos problemas de salud mental. Esto se debe a que el descanso funciona como una barrera ante los malos recuerdos.
Según el estudio "Déficits de control de la memoria en el cerebro humano privado de sueño" publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los déficits en el control de la memoria después de la falta de sueño están relacionados con dificultades para activar las regiones cerebrales que apoyan la inhibición de la recuperación de la memoria. Estas regiones se renuevan principalmente con el sueño de movimientos oculares rápidos (REM).
"Los recuerdos de experiencias desagradables pueden invadir la conciencia, a menudo en respuesta a recordatorios", aseguró el Dr. Marcus Harrington, profesor de la Facultad de Psicología de la UEA y autor del estudio. "Si bien estos recuerdos intrusivos son una perturbación ocasional y momentánea para la mayoría de las personas, pueden ser recurrentes, vívidos y perturbadores para las personas que sufren trastornos de salud mental como depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático", afirmó.
Harrington sostiene que, como los recuerdos juegan un papel central en la percepción afectiva del mundo externo, los fallos en el control de la memoria pueden ser un factor que explica la relación entre la pérdida de sueño y la desregulación emocional. El investigador señala que "una mejor comprensión de los mecanismos que precipitan la aparición de recuerdos intrusivos es vital para mejorar el bienestar emocional y reducir la carga global de enfermedades mentales".
Para el estudio, 85 adultos sanos intentaron suprimir recuerdos no deseados mientras se tomaban imágenes de su cerebro mediante resonancia magnética funcional. Mientras que la mitad de los participantes disfrutó de un sueño reparador antes del estudio, la otra mitad permaneció despierta toda la noche.
Durante la supresión de recuerdos, los participantes que descansaron mostraron mayor actividad en la corteza prefrontal dorsolateral derecha. Esta región controla los pensamientos, las acciones y las emociones. Además, al momento de suprimir recuerdos no deseados, este grupo mostró menos actividad en el hipocampo, la región del cerebro encargada de recuperar recuerdos. La situación fue inversa en el grupo que no había descansado.
Aquellos que pasaron más tiempo en sueño REM pudieron activar mejor la corteza prefrontal dorsolateral derecha durante la supresión de la memoria. Esto subraya la importancia del sueño REM en la restauración de los mecanismos de control prefrontal que sustentan la capacidad de evitar que recuerdos no deseados entren en el pensamiento consciente.
Sobre estos hallazgos, el Dr. Harrington resalta la importancia del sueño para mantener el control tanto de los recuerdos como de los pensamientos. También destaca la importancia de la comprensión de estos mecanismos para desarrollar nuevos tratamientos y estrategias de prevención para problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad.
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