Anorexia en embarazo puede incrementar el riesgo de muerte fetal

 25-03-2022
Fernanda Martínez
   
Foto: João Paulo de Souza Oliveira vía Pexels

Foto: João Paulo de Souza Oliveira vía Pexels

Las mujeres embarazadas con anorexia corren un mayor riesgo de tener un mortinato, un bebé con bajo peso o un parto prematuro. Sin embargo, no existen reglas claras sobre cómo los médicos deben manejar la afección, de acuerdo con un estudio hecho por la Universidad de Monash, en Melbourne, Australia. En ese sentido, los investigadores, desarrollaron recomendaciones y principios para el manejo multidisciplinario de la anorexia nerviosa en el embarazo.

Estas recomendaciones, fueron publicadas en The Lancet Psychiatry, las cuales incluyen un enfoque en la atención especializada en salud mental, obstétrica, médica y nutricional necesaria. Para que de esta forma se garanticen resultados óptimos para las mujeres y sus bebés. Un estudio de 2020 llevado a cabo en Canadá informó que las mujeres con anorexia nerviosa durante el embarazo tenían 1.32 veces el riesgo de parto prematuro. Así como 1.69 veces riesgo ajustado de un bebé con bajo peso al nacer. Además 1.99 veces el riesgo de muerte fetal en comparación con las mujeres sin anorexia nerviosa durante el embarazo.

Generalmente la anorexia nerviosa tiene una mayor prevalencia en las mujeres durante los años fértiles. Hasta una de cada 200 mujeres embarazadas pueden llegar a padecer la afección, de acuerdo con el estudio. Normalmente, se asocia con comportamientos restrictivos o de atracones y purgas, y en algunos casos con ambos.

La profesora Megan Galbally, directora del Centro de Salud Mental de Mujeres y Niños en la Universidad de Monash, considera que hay escasez de estudios y consejos clínicos sobre el manejo de mujeres embarazadas con anorexia. "A diferencia de los trastornos del estado de ánimo y la ansiedad y los trastornos psicóticos, hay poca orientación e investigación disponibles para la anorexia nerviosa en el embarazo", señaló. "Las pautas de salud mental perinatal, incluidas las del Reino Unido y Australia, brindan solo una mención limitada o nula de la evaluación y el manejo de los trastornos alimentarios en el embarazo", añadió Galbally.

Por su parte, el estudio señaló que las medidas de evaluación utilizadas fuera del embarazo, como el inventario de trastornos alimentarios o la confianza en el índice de masa corporal, tienen una validez limitada en el embarazo. En ese sentido, es necesario modificar la evaluación y el seguimiento de las medidas y herramientas para la anorexia nerviosa en ese contexto de acuerdo con los investigadores.

Entre los puntos más destacados de la investigación se encuentran la importancia del manejo de la salud de las mujeres embarazadas en general, resaltando la importancia de la nutrición prenatal materna. Así como el señalamiento del aumento de peso durante el embarazo y el peso del bebé al nacer como factores de riesgo críticos y puntos de intervención vitales para mejorar la salud.

Padecer anorexia nerviosa durante el embarazo puede afectar los resultados obstétricos y neonatales a través de la baja ingesta de calorías, las deficiencias nutricionales y vitamínicas, el estrés, el ayuno, la baja masa corporal y los problemas con el funcionamiento de la placenta. Además, los riesgos de la anorexia nerviosa no tratada o tratada de manera insuficiente durante el embarazo incluyen riesgos psicológicos y psicosociales, incluida la depresión y la ansiedad perinatales. Asimismo, aquellas mujeres con anorexia nerviosa, tienen un aumento en las complicaciones obstétricas informadas.

"El manejo de la anorexia nerviosa requiere un enfoque de equipo multidisciplinario con experiencia en salud mental, atención médica especializada y dietética como mínimo", afirmaron los autores. Asimismo destacaron la importancia de los obstetras, dietistas experimentados en requisitos nutricionales del embarazo, pediatras y médicos de salud mental con experiencia perinatal durante el embarazo.




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