
Foto: Patricia Manero (NotiPress/Composición)
Una investigación publicada en la revista Cell Metabolism presentó una prueba genética desarrollada por Mayo Clinic la cual permite predecir cómo responderán los pacientes a distintos medicamentos para adelgazar, incluidos los de la clase GLP-1. Este avance se centra en la estimación de la "saciedad por caloría" (CTS, por sus siglas en inglés), que corresponde a la cantidad de alimento que necesita cada persona para sentirse satisfecha.
El estudio sostiene que la relación entre el umbral de saciedad y los fármacos para tratar la obesidad podría orientar hacia tratamientos más eficaces y personalizados. La obesidad es reconocida como una enfermedad crónica y compleja que afecta a más de 650 millones de adultos en todo el mundo, de acuerdo con cifras de organismos internacionales.
"Los pacientes merecen tratamientos que reflejen su biología, y no solo el tamaño de sus cuerpos," señaló el Dr. Andres Acosta, gastroenterólogo de Mayo Clinic y autor sénior del estudio. "Esta prueba nos ayuda a administrar el medicamento adecuado a la persona adecuada desde el principio."
Para la investigación, cerca de 800 adultos con obesidad participaron en una comida de tipo buffet, que incluyó lasaña, pudin y leche. Los resultados revelaron una amplia variación: mientras algunos alcanzaron la sensación de saciedad tras 140 calorías, otros superaron las 2 mil. En promedio, los hombres consumieron más calorías que las mujeres.
El análisis mostró que factores como el peso corporal, la altura, la grasa corporal, la edad y las hormonas relacionadas con el apetito influyeron solo de manera limitada en estas diferencias. Por ello, los investigadores recurrieron a la genética como posible explicación.
Mediante aprendizaje automático, el equipo diseñó una métrica llamada CTS-GRS (Puntuación Genética de Riesgo para Saciedad por Caloría), basada en variantes de 10 genes relacionados con la ingesta alimentaria. Esta puntuación puede calcularse a partir de muestras de sangre o saliva y ofrece una estimación del umbral de saciedad esperado en cada individuo.
Los científicos aplicaron la métrica en ensayos clínicos con dos medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Para las personas con un umbral de saciedad elevado, la combinación fentermina-topiramato mostró mayores resultados en reducción de peso, al facilitar el control de porciones. En cambio, quienes tenían un umbral bajo respondieron mejor a la liraglutida, un fármaco de la clase GLP-1 que ayuda a disminuir el hambre y la frecuencia de ingesta.
"Con una sola prueba genética, podemos predecir quién tiene más probabilidades de obtener éxito con dos medicamentos distintos," aseguró Acosta. "Eso significa una atención con un mayor costo-beneficio y mejores resultados para los pacientes."
El equipo de Mayo Clinic también realizó estudios para evaluar la respuesta a la semaglutida, otro medicamento de la clase GLP-1 que se comercializa como Ozempic y Wegovy. Los resultados de esa investigación aún no fueron publicados. Además, los especialistas trabajan en integrar información del microbioma y metaboloma, con el objetivo de predecir no solo la eficacia del tratamiento, sino también efectos secundarios frecuentes como náuseas o vómitos.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS