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Alrededor del 40 por ciento de las personas a nivel mundial sufren un trastorno gastrointestinal funcional, según la Universidad de Gothenburg. Si bien, esto se puede mitigar con una alimentación completa y balanceada, algunas veces se puede complementar con el consumo de vitaminas y minerales, tales como los probióticos.
Los probióticos son parte de los llamados alimentos funcionales, es decir, proporcionan un efecto beneficioso para la salud más allá de su valor nutricional básico. Estos superalimentos realizan actividad en múltiples sistemas, sin embargo, dan especial atención al gastrointestinal, cardiovascular e inmunológico. En ese sentido, Grupo Schwabe explicó a NotiPress la importancia de integrar estos microorganismos a la dieta diaria.
Según lo explicado, todos los seres humanos tienen un conjunto de microorganismos que se encuentran en el cuerpo y son diferentes según la región donde se alojan. Muchos de estos microorganismos están en la microbiota intestinal, también como conocida como flora intestinal, entre sus principales funciones está proteger al intestino de gérmenes causantes de enfermedades. Además, ayuda a la absorción de nutrientes de los alimentos ingeridos previamente.
La microbiota intestinal se puede reforzar por medio de los probióticos, los cuales son microorganismos vivos que mantienen y mejoran las bacterias que benefician al cuerpo humano. Sin embargo, solamente tendrán efectos positivos si se consumen en cantidades adecuadas.
Entre los principales beneficios se encuentra la mejora de la calidad vida, pues ayudan a mantener el equilibrio en la microbiota intestinal. Además, incrementa la resistencia a infecciones por organismos potencialmente patógenos, reducir la duración de diarreas relacionados con antibióticos, disminuir la intolerancia a la lactosa y mejorar la digestión.
Si bien, existen probióticos que se pueden obtener de alimentos naturales, tales como el yogur, kombucha, pepinillos y queso crudo, es necesario asegurarse de que lleguen al intestino y cumplan su función. Para asegurar su funcionamiento, estos deben de estar vivos, se debe ingerir cantidades idóneas para obtener beneficios en la salud y deben de llegar vivos al intestino.
Consumir probióticos con tecnología de encapsulación garantiza liberar los probióticos vicios al intestino, evitando que mueran al contacto con el oxígeno, calor, humedad y ácido del estómago. Por ejemplo, los probióticos en forma de perla (Pearls), permite a los probióticos llegar vivos al intestino manteniendo su capacidad beneficiosa.
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