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Se estima que alrededor de 50 millones de personas en el mundo padecen demencia, con la expectativa de alcanzar los 152 millones de personas para 2050, según el Reporte mundial de Alzheimer 2018. Este aumento de casos de demencia supondrá una carga tremenda para los sistemas de salud, cuidadores y familias, según expertos. Para afrontar esta situación, un grupo de investigadores canadienses desarrollaron una calculadora con un algoritmo para predecir el riesgo de padecer demencia a cinco años en el entorno comunitario.
Calculadoras desarrolladas con anterioridad se hicieron para su uso en el entorno clínico y resultan inadecuadas para fines de planificación de salud de la población, aseguran los investigadores. Según el estudio publicado en Journal of Epidemiology and Community Health, incluir variables de comportamiento en salud facilita el desarrollo y evaluación de estrategias de prevención primaria. A su vez, la inclusión en esta calculadora de variables sociodemográficas permite evaluar la carga de demencia y estrategias de prevención con una perspectiva de equidad.
De esta forma, los investigadores quieren apoyar la creación y la valoración de estrategias de prevención de la demencia a nivel poblacional, además de permitir el uso personal y médico de esta calculadora para la evaluación de riesgos individuales. Los investigadores esperan que esto tenga un impacto positivo para una enfermedad incurable pero con un 30% de casos atribuibles a factores potencialmente modificables.
Según un estudio publicado en 2020 en The Lancet, la falta de educación y la mala salud durante la adolescencia tienen impacto en el riesgo de padecer demencia en la tercera edad. Con este hallazgo, se contabilizan doce factores que, de modificarse, pueden prevenir entre un 30% y 40% de los casos de demencia. La lista incluye fumar, el exceso de alcohol, la presión alta, la obesidad, la diabetes, heridas en la cabeza. También la depresión, la pérdida auditiva, la exposición a la contaminación atmosférica, la falta de ejercicio, la educación y el contacto social.
El diseño de una calculadora de riesgo, así como el estudio de los factores prevenibles es importante, ante la alta prevalencia de adultos mayores con síntomas de demencia que permanecen sin diagnóstico. Según un estudio publicado en Journal of Alzheimer's Disease, un 91% de personas encuestadas, con deterioro cognitivo compatible con la demencia, declaró no tener un diagnóstico médico formal de esta enfermedad.
Debido a la importante carga de la demencia para los sistemas de salud y para las familias, es importante trabajar en su prevención. En este sentido, la creación de una calculadora de riesgo de demencia con enfoque en la evaluación poblacional es de gran utilidad para el diseño de políticas públicas de salud. Por otro lado, es imperativo continuar identificando los factores de riesgos prevenibles, para prevenir la mayor cantidad de casos de demencia como sea posible.
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