Foto: Andrea Piacquadio vía Pexels
De acuerdo a datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en México, 49 de cada 100 empresas se financian con recursos propios, es decir de dueños, utilidades e ingresos por ventas. Por su parte, 69 de cada 100 empresas reciben recursos de acreedores tanto financieros y no financieros. Ante el complejo escenario económico que vislumbra el 2022, debido a problemáticas derivadas de la pandemia, las pymes han tenido que buscar nuevas alternativas de financiamiento. Entre ellas está la relación con sociedades financieras de objeto múltiple (Sofom) para conseguir arrendamientos financieros o préstamos anticipados. Además de utilizar el arrendamiento puro o leasing como una opción viable para hacerse de la maquinaria y equipos necesarios para mantener su operación.
La financiera Engen Capital explica que el arrendamiento puro, también conocido como leasing, es un contrato mediante el cual se obtiene el derecho a usar un activo a cambio de una serie de rentas por un período determinado. La diferencia principal con el arrendamiento financiero es que mientras este solo permite deducir intereses reales del monto a pagar así como la depreciación del activo, el arrendamiento puro sí permite deducir pagos en su totalidad, ayudando a reducir la carga fiscal.
José Achar, director general de la Sofom Serfimex Capital, indicó a NotiPress a través de un comunicado que ante la disminución de flujos de capital durante la pandemia, las pymes y sus clientes han buscado nuevas alternativas de financiamiento distintas a los créditos tradicionales. "Hoy los empresarios consideran que aumentar las ventas a clientes existentes es su principal desafío a vencer, seguido de cerrar nuevos clientes y conseguir financiamientos, el arrendamiento ha sido siempre una herramienta muy socorrida por las grandes empresas. Pero ahora las pymes han comenzado a entender mejor el producto y aprovechar sus beneficios tanto fiscales como financieros abriéndonos un mercado muy interésate, pues de acuerdo con las últimas cifras del INEGI, subsisten tras la pandemia 3.8 millones de pymes en México, las cuales generan más del 50% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 72% del empleo en el país", señaló Achar.
Según la CNBV solo tres de cada 10 empresas tienen una cuenta de inversión y ahorro. Lo cual sugiere que las pymes que tienen acceso a los servicios financieros utilizan principalmente las herramientas básicas, como lo son las cuentas de depósito, y emplean con menor frecuencia otro tipo de servicios, como las cuentas de ahorro.
En este sentido, Serfimex Capital impulsa un programa diseñado para fabricantes y distribuidores nombrado Vendor Program, el cual funge como brazo financiero de las pymes. Esta herramienta permite a sus clientes adquirir los activos que necesitan mediante leasing, a pagos fijos y que a su vez permite al fabricante cobrar el total de inmediato. No utilizando su capital de trabajo, ni absorbiendo el riesgo de estar financiando directamente a sus clientes, incrementando la rotación de sus inventarios y su rentabilidad en un mercado seriamente retador.
Aplicar soluciones como el arrendamiento puro permiten a las pymes el mantenimiento del dinamismo y mejoramiento de la competitividad de sus respectivas economías. Por su parte, incrementar su cooperación con Sofoms permitirá una recuperación viable ante la pandemia.
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