La microbiota intestinal impacta en la salud del cerebro, según estudio

 06-09-2021
Ali Figueroa
   
Foto: Pexels

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De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Viena, el exceso de la bacteria klebsiella en los intestinos puede generar daño neurológico, sobre todo en bebés prematuros. En ese sentido, diversos equipos de científicos analizan el nexo entre la microbiota y la salud del cerebro, tanto en infantes como adultos.

La microbiota intestinal, conformada por un ecosistema de microorganismos ubicados en el sistema digestivo, se encarga de digerir alimentos, absorber minerales, sintetizar vitaminas y degradar toxinas. Según un artículo de la Librería Nacional de Medicina (NIH, por sus siglas en inglés), esta microbiota también cumple un papel neurológico, inmunológico, y cardiovascular. Las bacterias pueden iniciar la producción de mensajeros químicos como dopamina y serotonina, hormonas fundamentales para la regulación del ánimo, coordinación, y bienestar.

El estudio de Viena, a cargo de los científicos David Seki y Margareta Mayer, fue publicada en diversas revistas de investigación sobre envejecimiento, microbiota, y el cerebro. A través de un estudio realizado a diversos pacientes prematuros, determinaron que el cambio brusco de los microorganismos digestivos durante esa edad es crítico para el sistema inmunológico. Según Seki, la microbiota cumple mejor con su papel cuando se encuentra con un ecosistema estable y diverso, ya que la proliferación excesiva de bacterias y hongos individuales pueden generar dificultades de inmunidad e inflamación del sistema nervioso. El eje inmune-digestivo-cerebral, como lo denominó el especialista, funciona como un eje de comunicación bioquímica entre el cerebro y los intestinos; cuyo estudio aún cuenta con huecos importantes.

Por su parte, una investigación publicada en la revista Nature informó que la microbiota de ratones jóvenes ayudó a mejorar el estado neurológico de ratones con edades avanzadas. A través de un trasplante de microorganismos fecales entre ambos grupos de edad, los científicos encontraron efectos antiinflamatorios y fortalecimiento del sistema inmunológico en los de mayor edad. Los procesos inflamatorios del cuerpo son clave para entender el envejecimiento, así como del deterioro neurológico, motivo por el cual este resultado ofrece un panorama favorable sobre la prevención de padecimientos, agregó. No obstante, un artículo de la revista The Conversation indicó, es necesario contar con más evidencia antes de probar estos trasplantes en seres humanos, debido a una mayor complejidad en nuestro organismo.

Investigadores responsables del estudio sobre el efecto de la microbiota en el cerebro de los infantes prematuros comentaron, la inflamación es la causa directa de las afectaciones neurológicas de estos pacientes. Por tal motivo recomendaron a los especialistas de la salud desarrollar un método eficiente para monitorear la salud intestinal, con objeto de verificar la presencia y proliferación de bacterias como klebsiella. Junto con la producción de hormonas que anteriormente solo se consideraban dentro del cerebro, este es el factor de comunicación más relevante entre el cerebro e intestinos.




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