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Según la Alianza Nacional de Salud Mental en Estados Unidos, uno de cada cinco adultos estadounidenses experimentará una enfermedad mental en su vida. La organización afirma que los tratamientos estándar pueden tardar en funcionar y causar efectos secundarios en el organismo. Para encontrar mejores soluciones, Chang Lu, investigador de Virginia Tech comenzó un estudio sobre una clase de medicamentos prohibidos que podrían combatir trastornos mentales. Sus hallazgos dan una idea de cómo las sustancias psicodélicas (psilocibina, mescalina, LSD) y drogas similares pueden aliviar síntomas de adicción, ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático (TEPT).
"Los medicamentos parecen funcionar más rápido y durar más en comparación con los medicamentos actuales, todos con menos efectos secundarios", subrayó Lu. El nuevo método permite a los científicos utilizar muestras más pequeñas de tejido de cientos de miles de células y sacar conclusiones significativas de ellas. Gracias a ese proceso, el investigador de Virginia Commonwealth University (VCU) pudo utilizar solo una reducida cantidad de material de una región específica del cerebro de un ratón. De esa manera, observó los efectos psicodélicos en los tejidos cerebrales, un aspecto muy importante para seguir desarrollando los ensayos clínicos, pero ahora en humanos.
Sin embargo, el estudio de psicodélicos fue prohibido después de que el uso recreativo de las drogas se popularizara en la década de 1960. Pese a ello, en los recientes años, los organismos reguladores de la salud retomaron la investigación de narcóticos. Recientemente, otros investigadores han comenzado a estudiar los efectos de la psilocibina, una sustancia encontrada en más de 200 especies de hongos. Según Javier González-Maeso, farmacólogo en VCU, los psicodélicos han demostrado ser prometedores para aliviar la depresión y trastornos de ansiedad. En los resultados del trabajo en conjunto de VCU y Virginia Tech descubrieron que las variaciones epigenéticas eran generalmente más duraderas debido a los efectos a largo plazo de los psicodélicos. Aunque la fase de los estudios se encuentra en una primera etapa, los hallazgos mostraron disminución de los desencadenantes del miedo o la ansiedad.
Para ambos grupos de científicos, este experimento de efectos de los psicodélicos puede significar un desarrollo esperanzador para aquellos que sufren trastornos mentales. Ahora, la intención tanto de González-Maeso como de Lu es seguir investigando en el campo de la neurociencia cerebral. Ello con la intención de desarrollar medicamentos los cuales puedan ser accesibles y sobre todo, efectivos ante problemas de trastornos mentales.
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