Botox en la vejiga, la solución que no esperabas para los escapes urinarios

 15-06-2025
Brenda Rodríguez
   
Foto: Unsplash

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La vejiga hiperactiva (OAB, por sus siglas en inglés) afecta la calidad de vida de millones de personas, provocando urgencia urinaria, escapes involuntarios y múltiples visitas al baño, incluso durante la noche. Según la uróloga del Hospital Houston Methodist, Dra. Rose Khavari, esta condición no debe asumirse como una consecuencia inevitable del envejecimiento o del tratamiento contra el cáncer. "No queremos que las personas acepten la OAB como un efecto secundario de su tratamiento", afirmó.

La OAB puede presentarse en hasta un 30% de los hombres y un 40% de las mujeres. Entre sus causas comunes se encuentran enfermedades neuromusculares como la esclerosis múltiple, el Parkinson y lesiones medulares, además de efectos secundarios de radioterapia o cirugías por cáncer de próstata, colon, cérvix o útero. También se ha relacionado con la diabetes tipo 2 y los cambios hormonales de la menopausia.

Una opción segura y eficaz para tratarla es la aplicación de Botox en la vejiga. Esta toxina, utilizada también en procedimientos estéticos, relaja los músculos y nervios responsables de los espasmos que provocan las señales de urgencia. "Ayuda a calmar los nervios de la vejiga y mejora la forma en que el cerebro interpreta estas señales", explicó la especialista.

La aplicación de Botox vesical es un procedimiento breve que se realiza en consultorio, sin necesidad de anestesia general. El médico aplica lidocaína en la uretra y dentro de la vejiga para evitar molestias. En menos de un minuto, se colocan las inyecciones guiadas por una pequeña cámara endoscópica. Posteriormente, el paciente puede retomar sus actividades normales.

Los efectos secundarios suelen ser leves, como ardor temporal o presencia mínima de sangre en la orina. En la mayoría de los casos, los resultados se observan entre una y dos semanas después, con una duración de alivio que puede extenderse entre seis y nueve meses.

El tratamiento está indicado especialmente para quienes no han respondido a modificaciones en la dieta, ejercicios del piso pélvico o medicamentos orales. Sin embargo, puede no ser adecuado para personas con infecciones urinarias frecuentes o que usan anticoagulantes.

"Tenemos los conocimientos para adaptar el tratamiento a cada paciente", subrayó la Dra. Khavari, quien recomienda consultar a un especialista ante síntomas persistentes de OAB.




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